El problema para la selección asiática es que, ni ganando, tiene un puesto asegurado en la tercera ronda de la clasificación para el Mundial.
Sólo se clasificarán para la tercera ronda los primeros posicionados en los ocho grupos y las cuatro mejores selecciones que ocupen la segunda posición.
En estos momentos, China es la quinta mejor segunda de todas las selecciones, con 14 puntos, por lo que conseguiría con una victoria colarse entre las cuatro mejores, siempre y cuando no lo haga otra selección en su lugar.
Y es que su lugar lo podrían ocupar selecciones como Jordania, con 16 puntos, Emiratos Árabes Unidos, también con 16, o Corea del Norte, con la misma puntuación que las anteriores.
Por eso, el primer paso para China es ganarle el encuentro a Catar y, tras la victoria, rezar para que las otras selecciones no consigan una victoria. La esperanza es lo último que se pierde y en el fútbol todo puede pasar.