Se ha convertido en una de las piezas más importantes del esquema de Muñiz y, precisamente por ello, la afición malaguista sigue inquieta por la lentitud en las conversaciones para prolongar su contrato.
Sin embargo, el veloz carrilero intentó tranquilizar a la hinchada y quitarle hierro al asunto. "Caminero se ha puesto en contacto con mi representante. Intento mantenerme al margen de eso. A mí me preocupa el día a día. Si tiene que llegar una renovación, llegará. Y si no, hay que aceptar lo que venga", afirmó abiertamente.
Con respecto a la desastrosa actuación del Málaga ante el Reus, Cifu recalcó que fue "un partido trampa". "Se juntaron todas las circunstancias para que se diera mal. En Segunda cualquiera te puede ganar. Ya lo hemos dejado atrás y a pensar en el Zaragoza", indicó.
Además, se identifica "en parte" con la situación que vive el equipo de Xavi Bartolo. "Pasé por eso. No a ese nivel. Recuerdo el primer año que estuve en Girona cedido por el Elche. Era el primer año que salía de casa y no tenía muchos ahorros. El Elche pasaba por una mala situación y dejó de pagar unos meses. El Girona también. Dos o tres meses sin cobrar", apuntó.
También abordó los problemas que, a sus 28 años, ha tenido que afrontar para hacerse un hueco en el fútbol profesional. "Me ha costado mucho llegar hasta aquí. No me han regalado nada. Supongo que a mis compañeros tampoco. Día a día intento esforzarme y pelear para seguir en el camino y seguir creciendo", subrayó.