Movistar, Mediapro, Mediaset, Atresmedia y TVE son los cinco gigantes del mercado audiovisual español que negociarán con la UEFA por emitir la Champions el trienio que viene.
La decisión de TVE de participar es mal vista por los otros competidores, pues consideran que es un acto desleal al pujar con dinero público.
Los gigantes Movistar y Mediapro (beINSports) aspiran a monopolizar la emisión. Sería un negocio redondo ser los únicos que emitan la Champions, pudiendo cobrar barbaridades astronómicas al resto de operadores para emitir el contenido.
Orange y Vodafone, por su parte, han anunciado que no pujarán, y que se limitarán a negociar con el operador ganador la cesión de la emisión.
Si las televisiones en abierto (Mediaset -Telecinco-, Atresmedia - Antena 3- y TVE) no logran hacerse con su pieza del pastel, el partido en abierto podría desaparecer, como ocurre en Inglaterra, o como va a suceder en Alemania a partir de ahora.
Se espera que se paguen más, bastante más de los 180 millones de euros de la última asignación, que se llevó Mediapro.
Se especula con cantidades que oscilarán entre los 200 y los 250 millones, aunque el precedente de Francia, que ha subastado los derechos de emisión para este periodo por 350 millones hace que las cadenas se pongan a temblar.
Hay que tener en cuenta que para la Champions 2018-19, habrá dos partidos de fase de grupos que se disputen a las siete de la tarde, hora española, mientras que los seis restantes de cada jornada se jugarán a las nueve de la noche, abandonando así el 'horario Champions'.
Además, se baraja la posibilidad de jugar los cuartos en adelante los sábados. El fútbol es un negocio, la UEFA lo sabe, y lo va a exprimir al máximo.