Suecia recuperó el liderato de su grupo en la última jornada de la Eurocopa merced a un gran gol de Claesson. Apareció cuando más le necesitaban los suyos, en el tiempo añadido, para rebajar la valía del doblete que había firmado Lewandowski anteriormente. Antes, Forsberg había hecho dos goles.
El atacante recibió la pelota en el área contraria, disparó al palo corto y batió a Szczesny. El cancerbero no tuvo margen suficiente para maniobrar y tuvo que recoger el esférico del fondo de las mallas. Que la diana se diera en el tiempo añadido hundió de pleno a los polacos, que se estaban viendo con un punto bajo el brazo.
La clave del tanto estuvo en la velocidad con la que supró a varios zagueros para personarse ante el cancerbero. También en su técnica. Lejos de optar por un zapatazo, cuidó su manera de impactar en el cuero para que este pasara por encima de su contrincante aunque este elevara un poco la pierna para intentar mantener las tablas.
El 'MVP', eso sí, se lo llevó su compañero Forsberg por su doblete anterior. El trabajo colectivo fue la clave para rendir al final a Polonia y hacerse con un paso muy honorable a octavos de final. Sin Zlatan Ibrahimovic, el grupo ha sabido gestionar perfectamente su fase de grupos para salir airoso de la misma.