Claverí vuelve al banquillo de Guatemala tras la sanción de la FIFA

El guatemalteco Claverí tendrá a su cargo también todos los procesos de selecciones nacionales en sus distintas categorías salvo el combinado Sub 20, que estará a cargo de David Gardiner, quien había sido anteriormente asistente técnico del nuevo seleccionador.

El cuerpo técnico nacional, cuyo contrato es de un año de duración, estará integrado también por el asistente Edwin Vásquez, el preparador físico argentino Daniel Fernández y el preparador de porteros Rogelio Flores.

Claverí ya había dirigido a la selección guatemalteca (de enero a noviembre de 2016) en el último tramo del clasificatorio al Mundial de Rusia 2018, en el que consiguió una histórica victoria contra Estados Unidos en el estadio Doroteo Guamuch Flores por 2-0, hace dos años, y debió abandonar su cargo tras la suspensión de la FIFA.

"Es una gran responsabilidad", dijo tan pronto fue investido seleccionador, y aseguró que buscará "aportarles (a los jugadores) un poquito de mi experiencia de 15 años como futbolista y 30 como entrenador".

Claverí buscará "una masificación en el fútbol y que de una vez por todas Guatemala pueda dar un salto de calidad en la formación de jugadores para poder dar el salto internacional", añadió.

El presidente del comité regularizador, Juan Carlos Ríos, apuntó que no fue necesario convencer al entrenador, que hasta hace unas semanas dirigía al equipo Xelajú, "pues siempre estuvo dispuesto a trabajar por el fútbol guatemalteco".

Ríos recordó que el ex futbolista Juan Carlos Plata, encargado de todo el tema del fútbol en el comité, recomendó desde un inicio a Claverí, con quien ya había trabajado en la selección nacional como asistente técnico.

Plata mostró su alegría durante la presentación, en la que aseguró que el fútbol nacional está "en buenas manos" para apuntar hacia la modernización, de la que ha aprendido "mucho" del propio Claverí.

El nombramiento de Claverí era un secreto a voces desde que concluyó la suspensión internacional al fútbol guatemalteco, pero ha suscitado algunas críticas que no ven un plan a largo plazo, al ser un entrenador patrocinado por el comité normalizador, con vigencia, junto al propio entrenador, de un año o hasta que haya un nuevo comité ejecutivo electo democráticamente.