Con el aplazamiento de las ligas debido a la crisis del coronavirus, se ha desencadenado un problema serio en lo contractual. Si se juegan partidos después de junio, hay muchos futbolistas que acaban contrato para entonces. A pesar de las últimas informaciones, la FIFA, según un experto abogado, no tiene nada que decir.
Se trata de Gerrit Pieter Poiesz, que aseguró: "La FIFA no es parte del contrato, no paga el salario y no es responsable si ocurre algo. Es una relación empleador-empleado". La consecuencia es clara: serán las directivas las que tendrán que llegar a un acuerdo con sus jugadores.
Si bien es cierto que la FIFA puede presionar y orientar a los clubes respecto a qué pasos dar, no tendrá una acción directa en que se firmen ampliaciones de contrato. Ko Andriessen, director del sindicato de futbolistas holandeses, apoyó esta tesis. Lo hizo en la fuente antes mencionada.
"Debería haber un acuerdo. A menudo, sucede cuando un jugador se vende de una temporada a otra. Hasta julio, no entrena con su nuevo club, pero, estando bajo contrato con su antiguo club, sí puede y debe hacerlo hasta el 30 de junio", aseveró el responsable. Este es un problema más.
Reside en aquellos futbolistas que, estando en un equipo, ya han llegado a un acuerdo para cambiar de colores de cara a la próxima temporada. En estos casos especiales, los clubes compradores tendrán que ponerse de acuerdo con los vendedores para decidir si los dejan más tiempo o si exigen que se unan a sus planteles en cuanto puedan.