Al inicio del mercado estival, el Ajax acordó con la Roma el traspaso del hijo del mítico delantero del Barcelona y de la Selección Holandesa. Justin, con 19 años recién cumplidos, se marchó tras su primera temporada íntegra en el primer equipo y dejó un hueco enorme en él.
El vástago de Patrick Kluivert debutó con el Ajax con sólo 17 años en la temporada 16-17, en la que comenzó a dejarse ver por los campos holandeses, firmando dos goles y cinco asistencias en 961 minutos, pero su consagración fue la temporada siguiente, en la que logró 11 tantos y cinco pases de gol en 36 partidos.
Pero ese gran rendimiento fue el arma de doble filo que le acabó empujando a buscar un reto mayor, firmando por una Roma que el año pasado alcanzó las semifinales de la Champions dejando en la cuneta, entre otros, al Barcelona de Ernesto Valverde.
¿Cómo superar la marcha de una estrella? Pues ninguna ocasión mejor que esta. La ida en el Amsterdam Arena frente al cuadro ucraniano puede ser el momento en el que el Ajax dé un golpe sobre la mesa y demuestre que la marcha de Justin, aunque duele, ya ha cicatrizado. Y para olvidar al hoy jugador de la Roma hay bastantes tres hombres con bastante calidad y recursos: Tadic, Huntelaar y Neres.