La contienda se desequilibró definitivamente a los 23 minutos de juego. Özil enganchó de volea un balón bombeado casi en la frontal del área y le salió un disparo imparable para Elliot, el mejor de los suyos hoy.
El Newcastle apenas inquietó a Cech. Sólo un poco al comienzo del partido, y de nuevo tras el descanso. Entre medias y desde entonces hasta el final, un monólogo 'gunner'.
Un asedio con poca puntería, porque de los 23 disparos realizados por los de Wenger, sólo 5 fueron entre los tres palos. Once se fueron lejos del arco de Elliot y siete fueron bloqueados.
Benítez acertó con los cambios, y en la recta final del partido el Newcastle fue algo mejor que el Arsenal, pero no lo suficiente para igualar la contienda.