Ante un partido a priori cómodo para el 'Embajador', Millonarios salió al césped con una desidia impropia de un equipo que desea proclamarse campeón del torneo.
La diferencia entre ellos y Unión Magdalena en la tabla no fue palpable en los primeros instantes del partido, propiciando incluso que los locales se pusieran por delante en el marcador.
No habían ganado ni un encuentro, ni siquiera habían logrado puntuar, pero el fútbol de los de Harold Rivera en la primera mitad homenajeó al de sus mejores momentos en el Apertura.
Con presión alta, colmillo e iniciativa, el 'Ciclón Bananero' se lanzó a por la portería de Fariñez desde el minuto uno. Desconocidos sobre el verde, los visitantes daban más pasos hacia detrás que hacia delante.
La sorpresa se tornó en rutina y las ocasiones de Unión Magdalena se multiplicaban a medida que pasaba el tiempo. En el 35', con suspense, Blanco remató un balón botado desde la izquierda para adelantar a los suyos. Fariñez, muy ágil, despejó el esférico demasiado tarde, cuando ya había soprepasado totalmente la línea.
No obstante, la charla de los entrenadores en los vestuarios pareció tener su correspondencia sobre el terreno de juego. El guion del encuentro cambió a la vuelta del descanso, con Millonarios mostrando su lado más competitivo.
Marrugo y Ovelar rozaron el empate en los primeros compases pero, primero el acierto de Giraldo, y luego la mala puntería en la definición, privaron a los de Pinto del 1-1.
Ya en el 67', Carrillo aprovecharía un centro al segundo palo para esta vez sí sobrepasar al guardameta local, que por momentos se alzó como el mejor del encuentro.
El empate relajó las ansias del 'Embajador' y el partido se mantuvo con tensa calma hasta los minutos finales. Si bien el empate sigue valiendo a los de Pinto para depender de sí mismos en la última jornada, un remate de Ovelar 'in extremis' estuvo cerca de dejar reservado su billete a la final.