Para la UEFA, Corona vio a propósito una amarilla en la penúltima jornada del grupo europeo del Oporto y, por ello, le castigó con dos jornadas de sanción, lo que impedirá al mexicano jugar el martes contra la Roma en los octavos de final de la Champions.
"No sé cómo hace la UEFA para entrar en la mente de los jugadores. Tengo dificultad en entender cómo se puedan considerar los sueños de los jugadores. Es difícil entender el castigo de Corona, sinceramente", afirmó Conceiçao, durante la rueda de prensa previa al Roma-Oporto.
"A pesar de eso, es obvio que debemos tener más soluciones (para sustituir la baja de Corona)", agregó el técnico portugués, que tampoco podrá contar el martes con el malí Moussa Marega.
Corona vio una amarilla en el duelo de la quinta jornada del grupo D contra el Schalke 04, cuando el Oporto ya estaba matemáticamente clasificado para octavos, y se perdió por sanción el intrascendente enfrentamiento de la última jornada contra el Galatasaray.
En su intervención, Conceiçao también defendió al defensa español Iván Marcano, con el que trabajó el año pasado en el Oporto y que está sufriendo mucho este año para asentarse en la Roma.
"Entrené a Marcano el año pasado y sé lo excelente jugador que es, una gran persona. No tengo idea de por qué no se ha asentado en Italia. Sé que es un jugador con inmensas cualidades y a eso se asocia la experiencia y el hombre que es", afirmó.
En lo relativo al cruce del martes contra la Roma, Conceiçao aseguró que el Oporto tiene más experiencia con respecto al año pasado, cuando cayó en octavos contra el Liverpool, y pidió a sus jugadores ser "fuertes, exigentes y consistentes".
"El rival es grande, tenemos a los mejores del mundo aquí en Italia. Tenemos que estar a la altura", prosiguió.
Finalmente, Conceiçao se refirió a las declaraciones de Francesco Totti, actual directivo del club capitalino, quien consideró en diciembre que su equipo había sido afortunado para cruzarse con el Oporto.
"Quizás lo haya dicho porque gané seis derbis contra la Roma y no tiene particular simpatía hacia mí", afirmó el portugués, que jugó en la Lazio, histórico rival de la Roma, de 1998 a 2000 y de 2003 a 2004.