Conoce al primer jugador negro que jugó con Inglaterra

A principios de los 60 era también habitual que el público hiciera ruido de monos y hasta les tiraran plátanos a los futbolistas negros. Sin embargo, cada vez fue más frecuente la presencia de éstos. 

Hasta que Laurie Cunningham, del West Brom y después fichado por el Real Madrid en una operación que rompió el récord de lo pagado hasta entonces por cualquier futbolista, no llegó a la selección Sub 21 ningún jugador que no fuese de raza blanca. 

Sin embargo, ninguno había debutado con el primer equipo de Inglaterra hasta que lo hizo Viv Anderson, un lateral derecho nacido en Nottingham.

El jugador, de 1'87 metros de altura y muy delgado, comentó en numerosas entrevistas que se sentía inglés por los cuatro costados. Se trata de un lateral con resistencia, con calidad tanto en defensa como en ataque. Una joya en su posición.

El Nottingham Forest fue su primer equipo. Con aquella camiseta jugó 424 partidos y ganó dos Copas de Europa. Después disputó 150 encuentros con el Arsenal y tan sólo diez con el Manchester United, club en el que le lastraron las lesiones. 

El penúltimo equipo de la carrera de Anderson fue el Sheffield Wednesday, donde jugó 94 partidos, antes de retirarse con 38 años en el Barnsley, equipo con el que disputó 22 encuentros. Además, vistió 50 veces la camiseta de Inglaterra.

Su debut con la Selección Inglesa causó revuelo en todo el mundo. Viv Anderson, un hombre cauto en sus declaraciones y su comportamiento, fue aceptado por los aficionados e, incluso, por los sectores racistas que aún quedaban en Inglaterra. 

El lateral debutó de la mano de Ron Greenwood, que llamó a cinco nuevos jugadores tras dos pobres resultados ante Éire y Dinamarca, en Wembley y ante 92.000 espectadores.

Y el futbolista respondió: él inició la jugada del únigol tanto de los ingleses en el partido que ganaron a Checoslovaquia por la mínima.  

Fue la primera vez que Inglaterra presentaba en su alineación a un hombre negro. Shilton; Anderson, Cherry, Thompson; Watson, Wilkins; Keegan, Coppell, Woodcock, Currie y Barnes formaron un once que pasó a la historia por este hecho.