Sin embargo, el caso de este jugador argentino parece que ya ha sido iluminado con el destello de la desintoxicación, un paso obligado para terminar de salir del túnel.
Brian, que también tuvo problemas con el alcohol, ya está apartado del turbio camino de las drogas, pero, para ello, ha vivido toda una odisea durante siete meses. Tras este tiempo internado en una clínica en México, el futbolista volvió a jugar y recuperó al fin una sonrisa que llevaba tiempo oculta.
"Consumir (cocaína) me sacó un año y medio del fútbol. Me jugó una mala pasada. Lastimé a muchas personas, a mi mamá, a mí mismo. Son obstáculos que tengo que pasar. Es una pelea día a día", relató en una entrevista concedida a 'La Nación'.
"Yo sabía que iba a México para recuperarme, pero no sabía las reglas. Hablaba una vez por mes, una hora, con mi mamá. Es muy feo. Si va algún chico de acá, creo que no lo aguanta. Se tira en el avión antes de llegar. Eran todos de Estados Unidos, yo no entendía nada. Siete meses aguantando... fue jodido. No la pasé bien. Sufrí", explicó sobre su recuperación.
Los últimos partidos del curso los jugó en Sarmiento en mayo tras marcharse con polémica de Racing. Ese regreso le ha vuelto a dar la ilusión por el balón: "En Junín cambié la rutina, mi vida es tranquilidad. Encontré la paz de nuevo ahí. En México estaba encerrado en una montaña. Ni el sol veía".
"Saber que vas a jugar te da una tranquilidad increíble. Entrenar sabiendo que eres titular te cambia la semana. Vengo haciendo las cosas muy bien. Ahora duermo contento", agregó Brian.
Ahora tiene por delante una segunda oportunidad que la vida no siempre le da a todo el mundo..