Con el primer tanto de Robinho para Cruzeiro todo parecía ir sobre ruedas para el conjunto de Belo Horizonte, pero el empate de los locales hacía que todo el Arena de Corinthians creyera en el título.
Poco a poco llegaban las ocasiones para los locales, pero no fue hasta el minuto 70 cuando Pedrinho, con un buen golpeo, consiguió batir al meta rival para poner lo que suponía el 2-1.
Cuando ya estaban festejando el tanto, el árbitro optó por ver la jugada repetida en el VAR, decretando finalmente una falta previa a Dedé, lo que provocó las protestas de los locales.
18 de octubre de 2018