Cristian Ramírez (23) juega en el Krasnodar, aunque estuvo a punto de fichar por el Borussia y el Tottenham.
Confesó en una entrevista para 'Marca' que su sueño es jugar en un grande de Europa, algo que cree que conseguirá, y avisó a España de los peligros de Smolov, su amigo y compañero de equipo.
"Conozco muy bien a Smolov. Llevamos algunas temporadas jugando juntos. Es un gran futbolista y pienso que puede hacer daño a España. Es muy rápido y marca diferencias", afirmó el ecuatoriano.
También contó cómo llegó a convertirse en futbolista profesional tras una dura infancia: "Fue muy complicado. Vengo de Santo Domingo, una ciudad de Ecuador. Jugaba con mis amigos fuera de casa. Para mí el fútbol lo era todo".
"Cortábamos las calles, poníamos dos piedras en cada lado y esas eran nuestras porterías. Llegaba a jugar incluso sin zapatillas. Descalzo. A partir de ahí tuve la oportunidad de ir a equipos de Primera División en Ecuador. Empecé en Independiente del Valle como profesional", explicó.
El futbolista, que tiene tatuajes religiosos por todo su cuerpo, agradeció a su familia su esfuerzo: "Me fui de mi casa con 12 años. Me fui a otra ciudad, a la capital. No me acostumbré porque echaba de menos a mis padres, a mi familia... Mi padre siempre estuvo conmigo apoyándome".
"Muchas veces mi padre, que era comerciante, dejó de trabajar para estar conmigo, venir a verme y apoyarme en lo que necesitara. Ahora estoy agradecido porque valió la pena", añadió.
Cristian Ramírez explicó cómo llegó a casi fichar por el Borussia: "He jugado en la Selección Ecuatoriana desde los 15 años. He jugado Sudamericanos y Mundiales Juveniles. Eso me abrió las puertas. Tuve invitaciones de clubes importantes como el Borussia Dortmund, cuando estaba Jürgen Klopp, en 2014".
"Fui a hacer unas pruebas y desde el primer momento les gusté mucho. Llegué a entrenar con el primer equipo. Las cosas no se dieron porque el club al que pertenecía pidió mucho dinero por mí. El Tottenham también me invitó para entrenar con ellos y pasó lo mismo", añadió.
"Hubo el acercamientos y eso es una motivación para mí porque creo que puedo jugar en Europa. Las cosas siempre pasan por algo, confío en Dios y agradezco la oportunidad", afirmó.
Y está convencido de que lo logrará: "Si las cosas van bien, en un futuro muy cercano estaré en un club grande de Europa. Ahora estoy a gusto en el Krasnodar, donde jugué la Europa League la temporada pasada y este año también lo haré".
"Mi sueño y mi objetivo en el fútbol es seguir creciendo. Mejorar como futbolista y jugar en un gran club de Europa. Creo que puedo conseguirlo", aseguró.
Eso sí, está algo decepcionado por no estar en el Mundial: "Me dolió no poder jugarlo. En Brasil 2014 también estuve entre los 23 convocados y unas semanas antes tuve una lesión y me quedé sin Mundial. Con 18 años iba a estar en el Mundial de Brasil. Ahora pudimos estar en Rusia".
"Estábamos muy bien en las eliminatorias, pero esto es el fútbol. Tuvimos un buen arranque con una buena diferencia de puntos. Daban a Ecuador en el Mundial, pero hay que aprender", concluyó.