Pidió marcharse y el Real Madrid, con la amabilidad y el reconocimiento que requería la situación, negoció lo más rápido posible por él con la Juventus. Todo se cerró en unos días, mientras el propio Cristiano se encontraba en Grecia mientras su agente Jorge Mendes negociaba con ambos clubes.
Allí, Cristiano se relajó junto a su pareja Georgina y, poco después de hacerse oficial su fichaje, reunió a su entorno más cercano para brindar por la nueva aventura en la que se embarcaría. El propio jugador subió una fotografía en la que se le ve acompañado de varios amigos, su madre y la ya citada Georgina.
Pues dicha cena, según asegura 'The Sun', habría acabado con una propina totalmente astronómica. El portugués, agradecido por el buen trato recibido, dejó un total de 20.045 euros, siempre según el citado medio.
El diario también asegura que el propio Cristiano le pidió al gerente del hotel, que fue quien recibió la propina, que repartiera la cantidad en partes equitativas para todos los trabajadores del hotel.
18 de julio de 2018