La reinvención de Cristiano Ronaldo es palpable. De ser un futbolista veloz y rápido que barría todo el frente del ataque, móvil y diblador ha pasado a ser un rematador casi infalible.
El dato que confirma que Cristiano se ha apoderado del área se encuentra fácilmente en los partidos ante el Bayern y Valencia: cuatro goles, tres al primer toque.
El gol al primer toque fue la especialidad de Hugo Sánchez, una tortura para los porteros. En la 89-90, el azteca fue el máximo goleador en Liga con 38 goles, todos ellos al primer toque.
Esta estadística resalta la capacidad de remate. Una suerte en la que Cristiano ha ido afinándose hasta convertirse en especialista. A sus 32 años, el físico no le permite el juego espectacular de antes. Su evolución ha sido convertirse en un 'killer' aún mejor.
Ante el Bayern, marcó un gol de cabeza, otro con la derecha tras control de pecho y otro al primer toque tras pase de la muerte. Ante el Valencia, marcó de cabeza tras un centro medido de Carvajal.
Cristiano empezó siendo un extremo malabarista, se convirtió en un delantero total y ahora es un ariete. A esta nueva faceta se suma que ahora el luso se dosifica y descansa. Adiós a jugar todo.
Manuel Jabois, periodista de 'El País' y autor del himno de la Décima, define al nuevo Cristiano: "Nunca como en esta temporada Cristiano mostró lo que será su decadencia: un nueve puro, un rematador como el Hugo de los 38 goles, todos a un toque. Con la ventaja de haber jubilado a Ronaldo y seguir siendo Cristiano: la misma calidad, la misma ambición y la misma inteligencia sobre el campo para desmarcarse".