Retomó la puntería Cristiano Ronaldo y ayudó al Real Madrid a un triunfo relativamente cómodo en Vitoria ante un Alavés que fue mejor en muchas fases del encuentro, pero que acabó agotado y lo pagó encajando una severa goleada.
Un tanto de Deyverson le complicó mucho las cosas a los blancos a las primeras de cambio. El brasileño aprovechó la enésima subida por banda de Theo para empujar a portería vacía tras un fallo de Keylor Navas y el Madrid tuvo que remar desde el inicio.
Por suerte para los de Zidane, un lanzamiento de falta de Bale se convirtió en el penalti del empate poco después, pues el Real Madrid prácticamente no disparó a portería en la primera parte. Un penalti que no debió existir, ya que Deyverson desvió el lanzamiento del galés con la cabeza y no con la mano al sacar el brazo para taparse la cara.
Cristiano transformó el lanzamiento y acabó con su mala racha de cara a gol y el Madrid volvía a meterse en el choque, aunque la realidad seguía siendo la misma: el Alavés dominaba y generaba ocasiones y el Real Madrid malgastaba la posesión sin hacer intervenir a Pacheco.
Una acción aislada de clase de Cristiano Ronaldo sirvió entonces para poner el 1-2 con el que los visitantes se fueron en ventaja al descanso. No podían tener más con menos los de Zidane. El técnico francés se cabreaba y con razón, pues el fútbol de los blancos fue nefasto en el primer acto.
Goleada excesiva.
El paso por los vestuarios no cambió mucho el decorado y Keylor tuvo que intervenir con acierto -esta vez sí- para evitar el 2-2 de Camarasa con la segunda mitad recién comenzada.
Sin embargo, el paso de los minutos terminó por vencer la resistencia vitoriana. Los alaveses, que vieron cómo Sánchez Martínez castigaba con excesiva rigurosidad a su equipo -fueron expulsados el primer y el segundo entrenador-, tuvieron que ver aún cómo el Real Madrid perdonaba un nuevo penalti -muy claro- al adivinar Pacheco el lanzamiento de Cristiano Ronaldo.
No sería el portugués y sí Morata, que había sustituído a un pésimo Benzema, el que haría el 1-3 al aprovechar un pase a la espalda de la defensa del Alavés de Marcelo. Pero Cristiano tenía que irse con el balón y puso el cierre al encuentro en los últimos instantes al transformar un contragolpe en el que combinó a la perfección con el propio lateral carioca.
Excesiva goleada para un Real Madrid que no convence, pero que sigue líder invicto y aún no ha caído derrotado esta campaña.