Llegó la esperada redención para Cristiano Ronaldo con su afición. El portugués ha visto cómo el discurrir del verano ha transformado el descontento por su supuesta decisión de dejar el Real Madrid en apoyo por la sanción recibida después de la ida de la Supercopa. Los blancos consideran que es injusta y así se lo han hecho saber al luso en el único partido en el que ha aparecido -eso sí, en la grada- por el Bernabéu, la vuelta de la Supercopa de España.
Dudas iniciales al margen, Cristiano superó el mal trago del juicio por sus problemas fiscales y dejó de lado su idea de abandonar Chamartín, algo de lo que en el Real Madrid ya prácticamente ni se acuerdan.
El astro de Madeira, que fue uno de los nombres del mercado en el inicio del mercado, le terminó por pasar ese dudoso privilegio a Neymar en cuanto el verano se puso caliente. Ahora, y a la espera de que en Liga vayan pasando los partidos, el jugador blanco tendrá un partido para ponerse a punto y demostrar que en el año vigente sigue siendo el mejor.
Ante la Fiorentina jugará prácticamente todo el encuentro -así lo ha confirmado Zidane- y promete goles como el del Camp Nou, a la espera de una celebración que promete ser incendiaria. Cristiano se siente perseguido y el Bernabéu está con él.