Tiene mérito lo de esta Croacia. Los de Dalic, ganen o pierdan ante Francia, se irán del Mundial de Rusia con un partido más en las piernas que todos sus rivales.
Tras conseguir cerrar la clasificación a los octavos de final por la vía rápida en la Fase de Grupos, Croacia se dio el lujo de rotar ante Islandia, pero los balcánicos no sabían que lo más duro estaba por llegar.
Ante Dinamarca, en un choque que afrontaban como favoritos, los croatas acabaron yendo a la prórroga y a la tanda de penaltis, para conseguir derrotar a los daneses gracias a la actuación de Subasic.
No varió la situación ante Rusia, en un partido en el que los balcánicos seguían siendo claros favoritos. La fuerza del anfitrión llevó el partido a la prórroga y a los penaltis, pero de nuevo la suerte estuvo de lado de los de Dalic, que ya sí que encararían la semifinal ante los ingleses en teórica inferioridad.
Inglaterra se adelantó prontísimo y el partido fue un sufrimiento para Croacia hasta la segunda parte, cuando el gol de Perisic igualó las fuerzas. De ahí en adelante, un choque parejo y un tanto salvador de Mandzukic, que evitó los penaltis y puso a los balcánicos en la final, pero ya durante el tiempo extra.
Pase lo que pase, Croacia abandonará el Mundial con la cabeza alta, sabedora de que habrá jugado 90 minutos (por las tres prórrogas) más que franceses, belgas e ingleses, los únicos que llegaron hasta el final.