Las italianas comenzaron el partido con incesantes llegadas a la meta de Paños, pero la defensa del cuadro catalán estuvo atenta para evitar que las ocasiones fueran de demasiado peligro. La disposición ofensiva de las de Rita Guarino fue efectiva en los primeros compases.
La guardameta azulgrana protagonizó una gran parada a un disparo a bocajarro de Gama. Ello sirvió para espabilar a unas 'culés' que parecían no haberse dado cuenta hasta ese momento de que no iba a valer con solo defenderse, pues estaban ante unas contrincantes de gran calidad.
Se volcaron al ataque y no les pudo salir mejor. La zaga rival no era capaz de frenarlas y poco tardó Alexia, que tuvo un par de oportunidades antes, en batir a Giuliani de cabeza. Der Gragt hizo lo propio poco después para que Girelli se marcara en propia puerta al tratar de despejar el testarazo.
En el segundo acto, la reacción que se esperaba por parte de las visitantes no llegó. El clima fue derrotista por su parte, como dando por hecho -en parte con razón- que ya no valía la pena ir a por todas porque no daba tiempo a remontar.
Staskova le dio la alegría de la tarde a su equipo. Entró desde el banquillo y, un minuto después, marcó de cabeza para darle esperanzas a unas jugadoras que se vieron motivadas por la diana y atacaron con más fiereza. El Barça fue capaz de aguantar el arreón bien.
Tras las intentonas transalpinas por acortar distancias, las del Johan Cruyff volvieron a hacerse con el control del choque y no permitieron más rebeliones en su triunfo. Un resultado global contundente de 4-1 les da el pase a octavos de final con la moral por las nubes.