Lopetegui se salva por centímetros

El Villarreal se quedó con las ganas de darle a Lopetegui el que podría haber sido el toque de gracia en la sexta jornada de la Liga. Los hombres de Unai Emery, en una mejor posición en la clasificación y con ganas de resarcirse de su caída frente al Real Betis, pusieron más carne en el asador ante un Sevilla que sigue mejorando, pero que se salvó de una posible derrota por un fuera de juego por centímetros de Yéremy Pino.

Esto sucedió en el tramo final del partido, cuando Alex Telles, que había entrado desde el banquillo, le hizo una dura y tardía entrada en el área y lo tiró al suelo. El '3' ya había realizado una acción parecida en el centro del campo contra Nico Jackson por la que vio la tarjeta amarilla. No se le mostró la segunda porque el 'groguet' estaba adelantado levemente, así que no hubo ni pena máxima ni expulsión.

Para colmo de los locales, los hispalenses se vinieron arriba tras salvarse y protagonizaron unos minutos de arreón que pudieron convertir un casi triunfo de los amarillos en uno suyo. No pudo ser, pues la zaga de La Cerámica estuvo fina y aguantó lo suficiente para que, al final, todo se resolviera con reparto de puntos y alguna intentona más por su parte.

Uno de los encargados de romper líneas fue Isco, que se distinguió de nuevo. Brilló en la segunda mitad, quizá porque el cansancio ya causaba estragos en las filas del Villarreal, y tiró de su apurado control de pelota, de su maletín de recursos y de su precisión para transportar siempre que pudo la pelota unos metros adelante para generar peligro y superioridades.

En el Villarreal, parecía que quien iba a contraponerse a él durante todo el partido iba a ser Lo Celso, pero Unai Emery le sustituyó a la media hora por Álex Baena. Daba la sensación de que era una decisión táctica, aunque lo cierto es que el argentino, en el banquillo, se tocó la zona posterior del muslo y se quitó un vendaje que le habían aplicado.

La idea del técnico acabó saliendo bien fuera forzada o no, pues el futbolista al que introdujo al campo acabaría firmando el gol de las tablas que, cuando anotó, no sabía que iba a ser el definitivo. Con cierta fortuna, superó a Dmitrovic -Bono se lesionó antes del descanso- en el 51' tras recibir una pelota entre líneas que remató abajo y rebotó tanto en el cancerbero como en él de nuevo antes de entrar a la portería.

Mucho antes, en el minuto 8, Óliver Torres había puesto por delante a los suyos asistido por Isco. El malagueño se entendió con Jesús Navas para recibir la pelota cerca de la línea de fondo y le bastó con prolongar el cuero raso hacia atrás para que su compañero entrara en escena y cruzara hacia el palo largo de Gerónimo Rulli.

El gol premió la mejora del Sevilla, que sigue dando pasos adelante en este arranque de temporada. El problema, que da la sensación de que sigue sin terminar de creérselo. Después de su tanto y con menos de media hora en el cronómetro, el equipo dio un paso atrás y hasta perdió tiempo -Bono fue amonestado por ello en un saque de puerta-.

De haber aprovechado el ímpetu de su 0-1 para ir a por el Villarreal, quizás el 'submarino amarillo' no habría tenido tantos espacios de tomar el control y apretar por las tablas, aunque esto, al fin y al cabo, es fútbol fantasía y conjeturaciones. Lo que ocurrió fue que hubo empate en La Cerámica y ninguno de los dos equipos quedó plenamente satisfecho con él.