Existen ejemplos, a lo largo de la historia, de equipos repletos de talentos pero que no han llegado a los resultados esperados. El talento puede ganar partidos, pero para conseguir un verdadero equipo que marque estilo y sea referente del fútbol, es necesario el 'feeling' entre futbolistas y cuerpo técnico.
La cohesión entre los miembros de un equipo es la clave para el éxito.
La cohesión es el elemento que hace que los futbolistas disfruten con las victorias, se mantengan unidos y luchen contra las adversidades en busca de un objetivo común en las derrotas.
Un equipo cohesionado se comporta como una familia. Se crea una identitad muy clara y definida, un sentimiento de pertenencia y una personalidad reconocible.
La cohesión de una equipo no se consigue de un día para otro, es necesario trabajarlo y cuidar las relaciones entre los futbolistas. Aquí es muy importante el trabajo del cuerpo técnico y los especialistas en psicología.
Es muy común que en los vestuarios cohesionados exista una figura o varios líderes destacados, que serán los que hagan de 'pegamento' y unan al resto de futbolistas.
Existen varios enemigos de la cohesión y que influirán negativamente en el devenir de un vestuario. El individualismo, ausencia de normas de trabajo, intereses enfrentados, excesiva movilidad de los miembros del equipo, entre otros,son factores que no ayudarán a cohesionar un equipo.
Un equipo con gran talento en el que sus miembros no trabajen cohesionados, tendrá menos opciones de éxito que otro equipo con menor grado de talento, pero que actúe cohesionado.