En general, los futbolistas de élite deben tener una serie de características de su personalidad que suelen ser comunes en todos ellos y que son necesarias para llegar al deporte profesional.
Sin embargo, dependiendo de la demarcación que ocupan en el terreno de juego, se diferencian algunas características psicológicas propias de cada posición.
- Porteros: quizás por tratarse de una posición 'solitaria', los porteros suelen ser jugadores intuitivos y muy seguros de sí mismos, ya que no cuentan con compañeros en su misma posición que puedan cubrir sus errores. Mentalmente muy fuertes, con claras dotes de mando y de carácter fuerte e incluso agresivos en algunas ocasiones. En muchos casos son personas excéntricas. Claros ejemplos de ésto último eran René Higuita o Chilavert.
- Defensas: existen muchos casos de defensas centrales con perfiles de líderes de equipo, casi con rango de 'generales'. Sergio Ramos, Godín o Chiellini son referentes de sus equipos en el césped y en el vestuario. Los defensas, en líneas generales, suelen tener asumida la necesidad de sacrificio por el bien del grupo. Su trabajo suele estar dirigido al plano colectivo y muchas veces no recibirán elogios aunque sus funciones sobre el césped sean importantísimas. Son jugadores generosos en el esfuerzo y solidarios con sus compañeros.
- Centrocampistas: en esta demarcación existen muchos perfiles de futbolistas diferentes. De forma genérica suelen ser futbolistas calmados y reflexivos. Son racionales y equilibrados, puesto que ocupan una posición de conexión entre dos líneas del equipo. Además, tienen un manejo del espacio-tiempo superior al del resto de futbolistas que ocupan otras demarcaciones.
- Delanteros: suelen ser los jugadores más díscolos e individualistas. Son conscientes de su responsabilidad en cuanto a la finalización del trabajo colectivo del equipo, por lo que toman decisiones de manera individual. Son jugadores capaces de asumir riesgos y rehúsan acatar las normas o reglas establecidas. Normalmente suelen ser los jugadores más determinantes del equipo y esto les suele dar un toque de egoísmo o egocentrismo. Reflejo de estas características son delanteros como Cristiano, Neymar o Ibrahimovic.
No es posible generalizar y no todos los jugadores tienen el mismo comportamiento sobre el terreno de juego, pero la demarcación de cada futbolista perfila, en mayor o menor medida, el rol psicológico dentro del equipo.