Cualquiera no puede llegar a ser futbolista profesional. Para lograrlo, hay que trabajar muy duro y sudar sangre y lágrimas. La vida no te pone así como así pegado a un balón desde que naces. El esfuerzo es clave para cumplir con el objetivo y eso que siempre hay obstáculos que superar.
En el caso de Benedetto, el delantero argentino tuvo que lidiar con una irreparable pérdida siendo apenas un adolescente. Tenía 12 años cuando su madre falleció mientras vivía in situ un partido que él estaba jugando. El 'Pipa' formaba parte de las categorías inferiores de Independiente y el fatídico día estaba disputando la final de los Juegos Evita de Berazategui, ciudad en la que nació.
Alicia Oviedo estaba alentando a su hijo cuando sufrió de manera repentina una parada cardiorespiratoria. Se la llevaron al hospital para tratar de salvar su vida, pero ni siquiera pudo llegar. Benedetto acabó hundido y sin ganas de continuar en el fútbol. De hecho, el ariete dejó la pelota a un lado y estuvo cuatro años sin saber de ella. También abandonó el colegio y se fue a trabajar con su padre como albañil.
También tuvo la oportunidad de formar una banda de cumbia junto a su hermano Lucas y llegó incluso a aparecer en televisión tocando los timbales. Conforme pasó el tiempo, el 'Pipa' se dio cuenta de que estaba fallando a su madre. Ella tenía un sueño que no era otro que su hijo triunfase en el fútbol. Benedetto reaccionó a tiempo y dio el salto a la reserva de Arsenal de Sarandí con 17 años.
En una entrevista con 'La Nación' en 2017, el delantero recordó lo que tuvo que pasar tras el fallecimiento de su madre: "Es una situación de vida que no sé cómo explicar. Me aferré mucho a mis hermanos. Tengo una hermana más grande que estaba casada y vivía con su familia, así que los que más vivimos ese momento fuimos mi hermano mayor, que entonces tenía 14 años, mi hermanito, que tenía ocho, y yo. Mi viejo quedó solo y fuimos acomodándonos".
Su abuela Dora se convirtió en una segunda madre para ellos. "Nos lavaba la ropa, nos cocinaba. Cada vez que hablamos de esto en casa decimos que ella fue la que se puso la camiseta con nosotros de verdad, porque fue nuestra segunda mamá, y hasta el día de hoy sigue siéndolo con mi hermano más chico y con mi hermana. Aferrándose a la familia, uno sale adelante. Fue muy difícil, y una situación que uno nunca espera, pero la vida tiene esas cosas y hay que saber sobrellevarlas de la manera en que se pueda", comentó.
Después de despuntar en la Reserva de Arsenal, Benedetto debutó en el primer equipo el 9 de noviembre de 2007 contra Boca, el que sería su equipo unos años más tarde. Luego llegaron las cesiones a Defensa y Justicia y Gimnasia Jujuy, club en el que registró grandes cifras goleadoras -once goles en 19 partidos- que le ayudaron a regresar a Arsenal.
@10Ronaldinho x Benedetto.
— Já Joguei No Galo (@JogadoresGalo) October 25, 2018
Arsenal de Sarandí x Atlético. pic.twitter.com/LqLDWI4YGK
En el 'Viaducto', el 'Pipa' se convirtió en campeón e incluso tuvo la oportunidad de estrenar su casillero a nivel internacional en una Copa Libertadores. Sus grandes actuaciones propiciaron que Tijuana acabara fichándolo para el Apertura MX 2013.
En el cuadro mexicano, el balance fue muy bueno: 23 goles y dos asistencias en 50 partidos. El América le echó el ojo y cerro su contratación casi un año después. Sus números llegaron a los 26 tantos y cinco pases de gol en 61 encuentros.
Estaba en un gran momento y las lesiones se cebaron con él, lo que le obligó a pedir salir de las 'águilas'. Y así es como Boca se cruzó en su camino, el equipo del que era hincha de pequeño.
En el 'Xeneize', Benedetto vivió un sueño, ese que su madre siempre tenía en la cabeza. Todo marchaba sobre ruedas, incluso llegó a formar parte de la 'Albiceleste', hasta que llegó una lesión que lo dejó 'k.o.' diez meses. Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha ante Racing el 19 de noviembre de 2017 y no volvió al terreno de juego hasta el 31 de agosto de 2018, en el choque de octavos de la Copa Libertadores ante Libertad.
En sus casi tres años en Boca, el 'Pipa' quedó a las puertas de una Libertadores, el trofeo por excelencia en Sudamérica, y decidió algo tarde que era el momento de dar el salto a Europa.
Con 29 años, Benedetto hizo las maletas para jugar en el Olympique de Marsella. Sabía que tenía que ir tarde o temprano al 'Viejo Continente' y a la primera ocasión no dudó. A buen seguro que su madre sigue las evoluciones de su hijo desde el cielo y debe estar orgullosa. Por ello, el 'Pipa', que siempre la tiene presente, le dedica sus goles señalando hacia arriba y no quiere parar.