El maliense se llevó un golpe peleando por un centro a su área con Lamine Kone y cayó mal, con la cara por delante, desplomado. Mali en bloque protestó la falta, pero nadie parecía advertir que Doumbia no se movía.
Nadie, ni su portero, ni sus compañeros, ni el árbitro, ni los rivales. Bueno, un rival sí, Serge Aurier. Doumbia había perdido el conocimiento y Aurier se percató. Franck Kessie pedía la entrada de las asistencias, pero Aurier decidió actuar.
Haciendo caso omiso a las protestas, el lateral del PSG corrió hacia donde estaba su enemigo, se arrodilló a su lado y le puso de lado, para a continuación colocarle la lengua para evitar que se ahogase.
Una acción que quizá le salvó la vida y que contrasta con la forma en que celebró su gol a Mali aquella noche. Quién sabe qué hubiera pasado si Aurier no se hubiera dado cuenta de lo que sucedía sobre el césped.
Serge Aurier (#PSG) con #CostaDeMarfil salvó a su contrincante de #Malí Moussa Doumbia (#Rostov) que se estaba ahogando. pic.twitter.com/uLbxd5iUDC
— Pipe Sierra (@PipeS_27) 12 de octubre de 2016