En aquella entrevista, un jovencísimo Leo Messi ya hablaba en clave de primer equipo del Barcelona y también decía que se veía en el club para siempre. Un idilio que sigue intacto y que Messi ha sostenido en público y en el tiempo. Difícil de prever que se convertiría en la leyenda que luego ha sido, a pesar de que los que le habían visto de niño auguraban que iba a ser un jugador bestial. Messi, a pesar de ser tan pequeño, daba pinceladas del tipo de jugador que era e iba a ser en el campo, cuál era su modo de entender el fútbol, ofreciendo detalles del creador que siempre ha defendido ser, por encima incluso de su faceta como goleador.
"Me llamaron, me dijeron que me iban a hacer profesional y fue una alegría enorme. Acá hasta los 18,19 años no saltan, pero allá en Argentina con 16 ó 17 años ya están jugando en Primera porque no hay mucho dinero y tienen que sacar a los chicos de la cantera", comentó Messi.
Por las fechas de la entrevista, su amigo Cesc Fàbregas se había ido al Arsenal y el Barcelona corrió a renovarle. "Estoy muy bien en el Barça y me gustaría quedarme para siempre aquí. Estoy aquí para jugar, divertirme. Todo llegará poco a poco", comentó.
"La primera temporada lo pasé muy mal. Los primeros seis meses los pasé muy mal porque no tenía los papeles. En el primer partido me lesioné y estuve dos meses más parado. El principio fue medio feo, con los compañeros me llevaba bien, pero no tenía confianza, había poca conversación y costaba, porque estaba ahí, en el vestuario, entraba, no hablaba... Luego los compañeros se me abrieron", recordaba el argentino.
"Todos dicen que hablo poco, pero bueno... Cuando entro en el campo me olvido de todo y ahí sí que me gusta hablar... Siempre que salgo al campo intento divertirme, pero hay partidos que no me salen bien y estoy un poco enfadado", decía el astro.
Messi tenía 16 años y ya adivinaba su posición en el campo, su forma de jugar y gobernar los tiempos, el espacio, el juego. "Me gusta moverme por delante de los mediocampistas, recibir muchos balones y cuando lo tengo, jugar. De enganche. Me gusta más de mediapunta, de extremo no me gusta mucho", declaró Leo, que empezó de extremo, pasó al falso '9' y luego se ha desenvuelto con toda libertad por el campo. "Me gusta marcar goles y darlos al compañero. Hago lo mejor para el equipo. Los pases de gol, más o menos, participan del gol. Si marca uno, marca el equipo", afirmaba.
La progresión de Leo en La Masia fue fulgurante. "Me gustaría pasar directamente al Barça B y saltarme el C. Y luego estar en el Barça B y alternarlo con el primer equipo, aunque sea jugar con el B y entrenar con el primer equipo", dijo.
"Estoy más nervioso aquí que dentro de un campo, ahí me olvido y juego. Un poquito peor aquí", comentaba Messi algo inquieto, deslumbrado por los focos y las cámaras. Algo que nunca el pasó en los campos de fútbol.
Durante la entrevista, también se emitió un vídeo en el que Messi hace diabluras con una naranja.