Comenzó la nueva temporada y lo hizo con un fichaje muy peculiar. No actuará en ningún equipo, pero sí en todos los campos de la Liga y no será otro que el videoarbitraje. La ayuda tecnológica llegaró a la Liga Española y con ella regresó una compañera inseparable, la polémica.
Hasta tres posibles penaltis se quedaron sin señalar en la primera jornada por la peculiar interpretación del VAR, algo que los aficionados aún tardarán bastante en entender.
Si en el Rayo-Sevilla, con Mateu Lahoz, el VAR acertó de lleno, ya el viernes hubo bastante polémica. Durante el Betis-Levante, con 0-2 a favor de los visitantes, Luna derribó a Sergio Canales en el área e Iglesias Villanueva no quiso entrar a analizar la jugada con los asistentes de vídeo.
Setién lo solicitó tras el choque, pero una vez más se tuvo que quedar con las ganas, pues Iglesias Villanueva, aunque parece que se equivocó, lo vio claro en el campo.
Ya en la jornada del domingo, el resultado del Eibar-Huesca podría haber sido diferente si Prieto Iglesias hubiera decidido revisar una acción que pareció bastante clara sobre Sergi Enrich en el área. Mendilibar, como Setién, se quejó tras el partido y no sólo por esa acción, sino también por la lentitud con la que ahora se toman las decisiones arbitrales en los encuentros.
Finalmente, en el Bernabéu, la actuación de Estrada Fernández, apoyado en el VAR por Medié Jiménez, dejó luces y sombras. Primero anuló bien un penalti a Ramos y una amonestación a Damián por fuera de juego de Bale, pero luego no quiso entrar a valorar una acción de Bruno sobre Marco Asensio.
El árbitro lo vio claro y no quiso recurrir al VAR, aunque las repeticiones arrojan dudas. Una vez más quedó claro que el videoarbitraje no podrá usarse a petición de ningún equipo y que será siempre el criterio del árbitro el que se impondrá en las acciones polémicas. Solo falta que en España nos vayamos acostumbrando...