Todo ocurrió tras una jugada en defensa del equipo local. Mings comenzó a andar hacia El Ghazi gritándole y su compañero hizo lo mismo. Ambos llegaron a estar cara a cara, muy cerca, compartiendo reproches de manera muy airada.
La situación llegó a ser tan tensa que incluso El Ghazi le dio un pequeño cabezazo a su compañero, que comenzó a señalarle mientras seguía gritándole.
En ese momento, para evitar males mayores, varios jugadores del Aston Villa llegaron para separarles y rebajar la tensión. El Ghazi y Mings quedaron a una distancia prudencial una vez sus compañeros acudieron... y comenzaron a calmarse.
Sin embargo, la cosa no acabó ahí. El árbitro llegó para poner orden entre ambos. Está claro que El Ghazi podría haber sido expulsado en caso de haberle propinado el cabezazo a un rival, pero se 'salvó' por hacerlo con un compañero.
16 de septiembre de 2019