"Como los discursos de boda son una de esas raras ocasiones en las que tienes la oportunidad de mostrar tus sentimientos en público hacia las personas que quiere y aprecias, he pensado que este sería un buen comienzo para mi discurso", comienza diciendo el novio.
Y la audicencia deja de reirse. Se avecina un 'momento boda'. Las tías y abuelas preparan los pañuelos, se avecina la lágrima.
"Voy a empezar con alguien que ha sido muy importante en mi vida durante los últimos siete años. Hemos pasado grandes momentos, así como malas rachas, pero hemos pasado por ellos juntos", continuó diciendo. Sí, va tocando llorar.
Entonces todo se volvió un poco raro. "Nació en birmingham, el 29 de junio de 1988...", y la novia gira la cabeza. "Espera, no soy yo", dice su mirada, que pasa del "te odio" al "ya sé por dónde vas" en décimas de segundo.
"Troy Deeney se unió al Watford en 2010...", y la audiencia estalló con una sonora carcajada. El padre de la novia, muerto de la risa sentado a la izquierda de su hija. Un discurso que no olvidarán.
"...Ahora mismo es el capitán del equipo. Troy lleva 303 partidos con los 'hornets', marcando 106 goles, convirtiéndose en un ídolo de Vicarage Road", continuó, mientras todos reían, manteniendo asombrosamente la compostura.
Aún quedaba más. Porque parecía que ya iba a hablar en serio, pero no. "Mi gol favorito de Deeney fue... No, mejor lo dejo", dijo, para finalizar. Sencillamente sublime.
When football is more important than your wedding speech. pic.twitter.com/Uzig64Mt4W
— Football__Tweet (@Football__Tweet) 28 de noviembre de 2017