Resulta extraño ver a día de hoy a un presidente hecho un basilisco con los árbitros, pero en Francia ha ocurrido. La Comisión de Disciplina de la LFP ha tomado cartas en el asunto y ha sido dura.
Eyraud ha sido sancionado con cuatro partidos de castigo, de los cuales solo cumplirá dos por el momento. Los otros dos deberá cumplirlos en caso de reincidir, por lo que una segunda sanción puede acabar con un castigo histórico para el dirigente parisino del club marsellés.