A Dani Alves le va la marcha. El brasileño, polémico hasta el final, tiene aún un puñado de días más para decidir dónde continuará su carrera a partir de la próxima campaña.
A tenor de los títulos ganados, el lateral puede ser considerado como el mejor fichaje extranjero de la historia del Barcelona. Alves costó en su día 35,5 millones de euros que, si bien se antojaban excesivos por tratarse de un lateral, han acabado resultando escasos en función de su rendimiento en el Camp Nou.
A sus 33 años, Alves deshoja la margarita y, con casi toda la probabilidad, decidirá esta semana dejar el Barcelona para irse a la Juventus. Le espera un equipo en el que alguno de los capitanes ya le ha dado la bienvenida -"esperamos que pueda jugar otras finales de la Champions League, pero no con la camiseta del Barcelona", dijo Chiellini- y en el que podrá dedicarse al 100% a lo que más le gusta: atacar.
En Turín se verá resguardado por una defensa de tres centrales que le liberará de tareas defensivas y le permitirá mostrar todo su potencial ofensivo. En principio, podría ocupar la posición de un Cuadrado que regresará al Chelsea. Y, salvo cambio de pensamiento de última hora, en Barcelona Sergi Roberto y Aleix Vidal pelearán por su puesto.
Año de cambios en la banda derecha del Camp Nou, una posición que ha tenido un protagonista indiscutible durante 7 exitosos años.