No debe ser fácil salir al césped y enfrentarse a una de las mayores figuras de la historia del fútbol. Aquel valiente israelí plantó cara a Goliat y salió airoso gracias a su honda. El sevillista, en cambio, contará con su defensa, dos guantes y un saco lleno de ilusión y fe.
El premio de David fue la libertad de su pueblo y la gran fiesta que supondría la muerte del enemigo. El de Soria no será muy diferente, ya que el éxtasis de todo el sevillismo, en buena parte, pasará por sus manos.
Y es que las esperanzas del Sevilla en la final serán directamente proporcionales a la suerte de Soria, portero que arrebató la titularidad a Sergio Rico gracias a la confianza de Montella. Porque vencerle al Barça no es imposible, pero pretender hacerlo sin que asedie en algún momento tu portería es, como poco, atrevido.
A sus 25 años, la paciencia y el trabajo del meta han obtenido su recompensa. Antes de tomar el relevo de la puerta hispalense, el madrileño jugó su último encuentro en diciembre ante la Real (derrota por 3-1). 21 partidos más tarde, logró cambiar su suerte.
Además, su última suplencia fue precisamente ante los azulgranas (2-2) previa a la titularidad en el Sevilla-Bayern. Montella ya dejó claro que seguiría contando con él y ya son cinco encuentros consecutivos en los que ha dejado a Rico en el banquillo. En total, acumula este curso 14 participaciones, con 15 goles encajados.
Por su parte, Messi no esconde absolutamente nada. Tanta calidad, talento, regularidad y magia no pueden ocultarse ni bajo el inocente semblante del '10', por lo que será una dura pero ambiciosa prueba para el portero de la cantera sevillista. Leo ya cuenta con 49 encuentros con los 'culés' esta temporada, con unos números que hablan por sí solos: 39 goles, tres de ellos en Copa, y 17 asistencias.
Curiosamente, el cancerbero (1,90) y el argentino (1,69) se intercambiarán los papeles de la leyenda. David intetará dar la sorpresa y tumbar a 'GoLioat', sí, pero aquí el 'bajito' hará de gigante... y viceversa.