El 19 de diciembre de 2016, el centrocampista fue grabado en una discoteca. Por aquel entonces, el equipo se encontraba al filo del descenso, por lo que a la afición le dolió ver al jugador seriamente perjudicado por el alcohol.
Los seguidores del conjunto 'che' tacharon a Parejo y lo señalaron como uno de los culpables de la situación. El futbolista, en cambio, daba la cara tras cada derrota y luchaba por revertir el mal momento del equipo.
Al final, el Valencia salvó los muebles y consiguió mantener la categoría. Con la llegada de Marcelino, el centrocampista vio una oportunidad para hacer las maletas, ya que no se sentía cómodo en el club.
Tras las marchas de Enzo Pérez y Diego Alves, Parejo se veía como el siguiente en la lista, pero tras el primer entrenamiento, las sensaciones cambiaron y decidió continuar en el barco.
Marcelino le ha dado el brazalete de capitán, devolviéndole los galones. El técnico asturiano ya advirtió a Lopetegui de su talento: "Si algún día decide llevárselo, lo hará siempre".
En menos de un año, Parejo ha pasado de ver cómo era el blanco de todos los pitos en Mestalla a ser el nuevo ídolo de la afición. Con trabajo y recuperando su mejor versión, lidera a un Valencia que ilusiona tras un inicio arrollador.