"Mi foco es Flamengo, ganar todo y retribuir en el campo el cariño recibido. Creí que Flamengo era una cosa buena para mí. El tema de la negociación siempre lo dejo con mi agente, que busca lo mejor para mí", dijo el centrocampista de 24 años.
De Arrascaeta firmó un contrato hasta diciembre de 2023 tras llegar a un acuerdo con Cruzeiro, en una operación que estuvo marcada por la polémica.
La entidad de Belo Horizonte rechazó una primera oferta de Flamengo por el uruguayo, que se declaró entonces en rebeldía para forzar una negociación sobre su salida.
El momento de máxima tensión fue cuando De Arrascaeta denunció en sus redes sociales haber recibido "miles" de amenazas e insultos tras la filtración de su número de teléfono y el de su agente.
"No quiero hablar mucho sobre eso. Hubo mensajes de todos los tipos. Defendí siempre mi club de la mejor forma, pero sentía que era el momento de ir otro equipo", expresó.
Prometió que se preparará para estar "fuerte física y mentalmente" pues también espera ganarse un espacio en la Selección Uruguaya que jugará la Copa América.
"Los jugadores, a veces, queremos tener nuevas motivaciones y nuevos desafíos. Era una cosa muy buena para mí venir a Flamengo para ayudar al equipo a ser victorioso de nuevo", insistió.