El City dio un puñetazo encima de la mesa en la fiesta de la Premier. A Stamford Bridge estaban todos invitados, pero los que bailaron bajo el confeti fueron De Bruyne y el City. Colosal planteamiento de Guardiola, que desarboló por completo a un Conte que no encontró soluciones durante los 90 minutos.
Al partido, que regaló un espectáculo precioso en el segundo acto, le faltó de todo en el primero. No hubo ritmo, no hubo precisión y, por ende, ocasiones. Lo que prometía ser heavy metal empezó siendo un aburrido vals. Los dos equipos bailaron pegados en un centro del campo demasiado plagado de piernas y escaso de alguien que cambiara el panorama.
El Chelsea se quedó esperando a Morata y Morata puso el silencio en Stamford Bridge. El ariete notó algo raro en su muslo derecho y avisó a Conte para que buscara un relevo. Lesión muscular, cambio y Willian al campo. La cara de Batshuayi mascullando en el banquillo, imperdible.
Le puso remedio al tostón Silva con un zurdazo al que contestó Courtois, que se ganó una palmada en la espalda cuando la primera mitad tocaba a su fin. Fernandinho ya pensaba en la celebración tras un cabezazo cuando el belga demostró por qué es uno de los mejores guardametas del mundo.
Guardiola se 'zampa' a Conte
Sabía Guardiola que tenía el partido en sus manos y lo aprovechó. Conte se la jugó a la velocidad de Hazard y el planteamiento le salió rana. El City rearmó su centro del campo, buscó los pasillos interiores y las ocasiones cayeron como la fruta madura de un árbol.
Sterling se inventó una volea que no tocó escuadra por poco, y Marcos Alonso salvó a ras de suelo un disparo de Silva que era un gol cantado. Sufría el Chelsea y el gol parecía cuestión de tiempo, con Ederson casi como mero espectador disfrutando desde su guarida.
Necesitaba Guardiola un golpe de talento y fue un pelirrojo, su pelirrojo, el que le regaló un gol de bandera. De Bruyne, que creció a la par que el City, se deslizó entre los centrales con pasmosa tranquilidad. Nadie pudo pararlo y su zurda dirigió un balón directo a la red. Espectacular el tanto del belga, que lleva semanas marcando las diferencias en el City.
Conte corrigió sus errores pero ya fue tarde. Ni Pedro ni Batshuayi solucionaron nada, e incluso el City pudo hacer más grande la herida con algo de precisión en sus contragolpes. No le hizo falta para clausurar el partido con victoria, con liderato y con un mensaje claro al Chelsea: este City va muy en serio.