En la 2009-10, el sorprendente Twente de Steve McLaren tomaba el relevo del AZ y alzaba al cielo holandés el trofeo de la Eredivisie. Un título que pareció abrir una etapa prodigiosa e ilusionante, que sin embargo ha tenido el más abrupto de los finales apenas ocho años después.
Porque el proyecto del Twente ha hecho 'crack', culminando con un descenso a Segunda 34 años después. Un golpe muy doloroso para un club que hasta hace muy poco sólo soñaba con la grandeza, paseos por Europa incluidos.
De hecho, después de aquella Eredivisie lograda con Bryan Ruiz como máximo exponente, llegó la Copa al año siguiente. El equipo continuó en la pelea por los títulos, quedando tercero en 2014. Todo parecía ir sobre ruedas, hasta este curso.
Una temporada decepcionante que no ha podido ser enderezada de ninguna de las maneras. Tras llamar a la puerta, el descenso se abrió de par en par para un equipo otrora ganador que ahora debe reconstruirse.
"El vestuario estaba en silencio, nadie decía nada", señaló el capitán, Stefan Thesker, tras consumarse el descenso. Al Twente le queda analizar los porqués, superarlos y apuntar de nuevo hacia lo más alto.