David de Gea tenía su confianza puesta en su fichaje por el Real Madrid y esperaba que el conjunto blanco y el Manchester United llegaran a un acuerdo que solucionara su futuro en el último día de mercado.
Anoche se encontraba en Madrid, en casa de su novia Edurne, esperando impaciente la confirmación de su nuevo fichaje por la 'casa blanca'.
Pero su sueño de convertirse en el guardameta titular que defendiera los tres palos del Santiago Bernabéu se quedó sólo en eso: un sueño.
El cierre de mercado los pilló aún con los papeles fuera de lugar y, tras varios meses de espera, De Gea no cumplirá su deseo de jugar en el Madrid y seguirá en el United.
El arquero recibió hundido la noticia de su frustrado fichaje y, ahora, tendrá que regresar a Mánchester después de seis partidos sentados en la grada.
De Gea se encuentra a merced de Van Gaal. Si titularidad en el equipo de la Premier League depende de él, pero su relación con el técnico se ha enfriado demasiado y no parece que vaya a mejorar.
Por su parte, Van Gaal será el encargado de decidir si cuenta ahora con el internacional español, al que tiene apartado de las convocatorias con el United, para que que compita con Romero.
La situación de De Gea es, cuanto menos, desastrosa.