Quién le iba a decir a Andrés Prieto que su estreno en Primera iba a llegar en un escenario como el Camp Nou. La lesión de Roberto y la falta de confianza de Míchel en Cenk Gönen obligarán a Prieto, ex de la cantera blanca y concuñado de Lucas Vázquez, a ponerse delante de Messi, Suárez y compañía.
A sus 24 años, Prieto se ha encontrado con una situación inesperada. Más si cabe pensando en que su destino iba a ser el filial del Málaga. En el club todos contaban con el ascenso a Segunda B, pero la eliminación ante el Adarve cambió los planes del club con el guardameta.
Así Prieto, que llegó a debutar de la mano de Toril en el Castilla (en aquel equipo estaban Casemiro, Jesé o Cheryshev), se quedó en la primera plantilla blanquiazul para competir con el turco Cenk Gönen por ser el segundo portero del equipo.
El buen rendimiento del ex del Espanyol B en pretemporada convenció a Míchel de sus posibilidades. Por ello le tocará la difícil papeleta de parar a las estrellas del Barcelona. Un debut tan soñado como inesperado.