César de la Hoz puede que metiera uno de los goles de su vida. Porque su tanto en el minuto 90 ante el Sporting cambió claramente la perspectiva de futuro del Almería. Tras la destitución de Guti y las dudas, el triunfo ante el Sporting reabre claramente el sueño del ascenso directo.
Su cabezazo tumbó la resistencia de Mariño bajo palos y dejó la segunda plaza a un solo punto, y a tres el liderato del Cádiz. Costó, pero el cuadro rojiblanco pudo aprovechar que sus dos antecesores no sumaron el triunfo.
El cuadro andaluz buscaba la primera victoria de la era post-Guti, aunque pocos lo dirían viendo el planteamiento inicial de Mário Silva y Nandinho. Con Darwin Núñez y Juan Muñoz en la punta del ataque, los 'indálicos' entregaron la posesión del balón y se replegaron sobre la portería de Fernando, con los once jugadores por detrás de la línea divisoria.
Los de Djukic comenzaron tímidos, pero con el cuero en los pies fueron animándose de manera progresiva. Comenzó a relucir entonces el duelo particular entre David Costas y Djurdjevic. Saltaban chispas cada vez que ambos jugadores se cruzaban. El central, además, cometió un error en la salida del balón desde atrás, pero Fernando enmendó el error de su compañero al detener el disparo de Manu García desde la frontal.
Murilo Souza y el propio Djurdjevic se mostraron muy participativos, aunque con poca trascendencia en el juego. El Sporting dominaba, pero apenas generaba peligro. El Almería tuvo un par de opciones al contragolpe, pero erró en el último pase.
El ritmo de juego aumentó tras la reanudación y los dos conjuntos hostigaron a su rival. Pedro Díaz se topó con la madera tras un libre directo. Y Balliu, que sorprendió en varias ocasiones llegando desde la segunda línea, se encontró con Mariño.
Pasada la hora de partido, el lateral gerundense asistió a Fran Villalba, que marcó a placer en el segundo palo. Pero López Toca revisó la acción en el VAR y decidió anularlo por una falta de Balliu sobre Aitor García. La había.
El duelo entró en una fase tacaña en la que los dos equipos mostraron su miedo a la derrota, pero la llegada del cansancio provocó nuevas oportunidades de gol. Mariño volvió a negarle el gol a Darwin Núñez en dos ocasiones y Álvaro Vázquez remató demasiado alto ante Fernando.
La cabeza de De la Hoz, no obstante, desató la euforia en el banquillo rojiblanco y el Sporting, más que chafado, apenas tuvo tiempo para reclamar un penalti sobre Cristian Salvador en el minuto 94 que el VAR le negó.