Era el día clave. River lo sabía. Se jugaba el todo por el todo. El título en 90 minutos. ¿El rival? Un Atlético Tucumán sin nada en juego, pero con ganas de protagonismo.
El José Fierro vistió sus mejores galas de cara a un duelo que, pasase lo que pasase, sería histórico. Y lo fue a lo grande.
Las intenciones quedarían bien claras desde el mismo pitido inicial. Primer ataque del 'Decano': balón en largo. Primer ataque del 'Millo': posesión y el balón a ras de suelo.
Los dos conjuntos comenzaron con mucha intensidad y empuje, con Atlético Tucumán avisando con un gran disparo de Erbes que hizo lucirse a Armani.
Tras ese susto, River Plate golpeó primero con el 0-1 de Santos Borré, pero el colegiado señaló un fuera de juego previo que parecía no existir.
Poco después, el cuadro 'millonario' se llevó un golpe muy serio, ya que Toledo, en la salida de un saque de esquina, ponía el 1-0 de cabeza.
El tanto espoleó a River que, a base de entrega, conseguía empujar al 'Decano' contra su área, aunque sin crear ocasiones ni brillar demasiado.
Ese brillo apareció en un chispazo en el 35' entre Casco y Suárez que acabó con el tanto del empate de este último. Un gol que hizo a ambos equipos bajar el pistón hasta el descanso.
El resultado era bueno para River, ya que Boca Juniors no pasaba del empate. Pese a ello, el 'Millo' no se fiaba y salió en la segunda mitad a buscar el triunfo.
Desde que se reanudó el juego, los pupilos de Marcelo Gallardo llevaron la voz cantante, aunque las ocasiones claras no terminaban de llegar.
Nacho pidió un posible penalti y Matías Suárez, mediada la segunda parte, desaprovechó la mejor de River al mandar alto un remate franco desde el interior del área.
El fallo fue un mazazo doble, ya que justo en ese momento Boca se adelantaba en La Bombonera y obligaba a River a ganar sí o sí.
Con Quintero ya en el campo por Pinola, Marcelo Gallardo quemó naves dando entrada a Scocco y Lucas Pratto.
El propio Scocco tuvo en el 84' una ocasión de oro en un mano a mano ante Lucchetti, pero su definición se marchó desviada a la derecha del meta.
Con el tiempo jugando en contra, River se fue arriba con todo en busca de un gol milagroso, pero este nunca llegó y el título, que parecía en su mano hace dos semanas, se esfumó rumbo a La Bombonera.
Una tragedia que se une a la vivida hace unos meses en Lima en la final de la Libertadores y que hace que un año que apuntaba a ser histórico pase a ser un curso para el olvido.