Apenas habían pasado tres minutos del 0-1 de Schone, cuando El Jebli aprovechaba un despiste de De Ligt para correr un balón en profundidad y batir a Onana.
El empate encendió al capitán del Ajax que, lejos de asumir su error en la marca, cargó contras sus compañeros, recriminándoles... él sabe bien qué.
Pese a que antes del descanso Tagliafico devolvió la ventaja en el marcador, De Ligt demostró su carácter y no permite el más nimio error.
Minutos después, el Ajax finiquitó el trámite y se alzó como campeón de la Eredivisie, conquistando un histórico doblete en Holanda.