La última vez que el rápido y habilidoso lateral catalán se había sentido miembro de pleno derecho de 'la Roja' fue el 1 de julio de este año 2018.
En aquella fecha, de infausto recuerdo, se disputó el duelo de octavos de final del último Mundial entre Rusia y España, con la clasificación de los rusos para los cuartos.
Poco tiempo después se anunció a Luis Enrique como nuevo seleccionador y, desde entonces, las puertas de la Selección se cerraron para Jordi Alba.
Y es que el ex futbolista del Valencia no terminó demasiado bien con 'Lucho' durante la etapa del técnico en el Barça, sobre todo en su última temporada, la 2016-17.
Pese a todo, su clamoroso nivel en este inicio de temporada dejaba patente que su ausencia en las dos últimas listas era toda una injusticia y, tras hablar las cosas, el de Gijón llamó a Jordi para que volviese a 'la Roja'.
La noticia sentó a las mil maravillas al lateral, que estaba ansioso por poder regresar al equipo con el que se proclamó campeón de la Eurocopa 2012.
Tal era la ilusión de Jordi Alba por volver que le ha sido imposible dejar de sonreír en su primer entrenamiento con España tras su regreso.
El jugador llegó a Las Rozas junto a Busquets, Sergi Roberto y Mario Hermoso. El primero de ellos ha sido fundamental en la reintegración de Alba en el combinado español, al igual que Sergio Ramos, ejerciendo ambos casi de padrinos del catalán.
Por si esto fuera poco, nada más pisar el césped, Jordi Alba se fundió en un abrazo con Luis Enrique. Una muestra clara de que el hacha de guerra ya está enterrada y ambos solo piensan en el bien de la Selección Española.
Ahora queda por ver si el preparador asturiano apuesta por el de L'Hospitalet para el once titular, aunque viendo su gran rendimiento sería una sorpresa gigantesca que el lateral observará los próximos duelos desde el banquillo.
12 de noviembre de 2018