El Barcelona se cobró la venganza ante el Betis y culminó una semana fantástica en la que consiguió el pase a cuartos de final de Champions y dejó la Liga vista para sentencia en el momento en el que otros se desplomaron.
En el Villamarín pareció como si el choque de Champions ante el Olympique de Lyon continuara. Porque los béticos, como el Lyon, quisieron jugar y, también como los franceses, acabaron pagando sus múltiples errores en defensa con una goleada.
Hasta el 0-0 hubo opciones para ambos. Tello continuó con su estado de gracia y percutió una y otra vez contra Sergi Roberto, siempre expuesto en los duelos directos, aunque crecido con el paso de los minutos.
Tras dos pases de la muerte sin rematador del ex azulgrana, Arthur se imaginó una falta dudosa en la frontal con la que Messi comenzó su festival. Bien puesta la barrera y bien situado Pau, sólo la escuadra permanecía descubierta para el tanto del rosarino. Y por allí la coló un Leo que esta vez se motró más voraz de cara a gol que en el choque ante los de Génésio.
Un 1-0 engañoso
El 1-0 mantuvo en el alambre el choque. El Betis llegaba, pero el Barcelona, con un fantástico planteamiento de Valverde, aprovechaba los enormes espacios que dejaban Joaquín y Tello como improvisados carrileros.
Con Jordi Alba casi de extremo y Arturo Vidal repartiendo pases entre líneas como si del mejor Iniesta se tratara, sólo la poca puntería de Luis Suárez mantuvo con vida al Betis hasta el final de la primera parte.
Cuando todos empezaban a mirar el reloj, Luis Suárez combinó con Messi con un bonito taconazo y el argentino no perdonó para firmar la sentencia. Ver para creer, el Betis amasaba la posesión y el Barça picaba con muchísimo peligro en cada recuperación y contragolpe.
Porque fueron esas, las pérdidas, las que condenaron a los de Setién. El equipo verdiblanco no consiguió ser fluido en todo el choque y el Barcelona jugó de memoria tras recuperar en zona de tres cuartos.
Y cuando no lo hacía allí, un pase de Ter Stegen dejaba solo a uno de los atacantes para que empezaran o acabaran jugada, como en el mano a mano que de manera inexplicable marró Luis Suárez tras un fallo de Bartra ya en la segunda parte.
'Hat trick' y ovación
El uruguayo se desquitaría después con un golazo espectacular en acción individual casi de manera correlativa y el partido empezó a parecerse más al de la pasada campaña que al de la primera vuelta.
El Barça siguió perdonando y el Betis encontraría el premio a su esfuerzo con un bonito tanto de Loren justo antes de la gran fiesta final. La que vino tras la enésima genialidad de Messi.
El rosarino aprovechó un balón suelto en el área y se inventó una parábola que sólo él podía imaginar para superar a Pau y hacer el 1-4 con el que finalizó el partido.
Su tanto fue tan espectacular que en el Villamarín se rindieron a su actuación y ovacionaron a un futbolista que, una vez más, ha lanzado a los 'culés' hacia un nuevo título liguero.
El que si no sucede nada raro será el décimo del Barcelona con el argentino, algo inimaginable cuando debutó en 2004 y los azulgranas apenas habían ganado 16 en más de 100 años de historia.