Era su primer partido liguero. Zsóri saltó al campo en el 83' con solo 18 años y eso que su equipo recibía la visita del líder, el Ferencvárosi. Los focos no estaban puestos en él, pero pudo dirigirlos a sí mismo con un gol que no olvidarán en Hungría.
Su equipo iba perdiendo en el minuto 80 por 0-1 y en el 83' comenzó la remontada. Marcó Tözsér, uno de los veteranos, y lo hizo desde el punto de penalti. El estadio se vino arriba, pero nadie imaginaba que sería Zsóri el que acabó decidiéndolo todo.
Y así fue, el joven futbolista, dentro del área, se lanzó hacia el aire para rematar un centro que visiblemente no parecía entrañar mucho peligro. Lo hizo de chilena, en el 92', y nada más golpear la bola, quedó claro que esta iba dentro.
El portero rival se estiró y pudo tocar el balón, pero su intento no fue suficiente para poder despejar el peligro que conllevaba el genial remate del joven futbolista. La acción acabó en gol y el Debreceni pudo celebrar la victoria.