Tiene sólo 25 años, pero Wu Lei lleva más de una década como profesional. Debutó en 2006 con apenas 14 años y desde entonces ha formado parte de la primera plantilla del Shanghai SIPG, equipo que actualmente dirige André Vilas-Boas.
Internacional con las inferiores de China, como no podía ser de otra manera, es la gran esperanza del país asiático para poder volver a jugar un Mundial, aunque ya tendrá que ser el de Catar tras quedarse prácticamente fuera del de Rusia.
Este extremo derecho es uno de los más destacados del Shanghai SIPG pese a la llegada de grandes estrellas como Oscar o Hulk. De hecho, es el máximo goleador del equipo y su máximo asistente. En siete partidos ha conseguido cuatro goles y repartido tres asistencias.
En Europa, llevan tiempo siguiéndole la pista. Si se decide, no tardará en probar fortuna con algún equipo potente del Viejo Continente. El mejor jugador chino del momento sigue sin moverse del país. Un talento que merece probar la competitividad y la exigencia del fútbol europeo.