Un golpe fortuito provocó una triple fractura en el cráneo de Jonathan Heredia. Ocurrió el pasado 19 de diciembre, en un encuentro liguero ante el CD Virgen del Camino, que el Uxama perdió 2-1. En el descuento, Heredia salió de su área para cortar un balón en largo de cabeza, y chocó violentamente con un rival.
Para poder operarle con garantías, los médicos le indujeron un coma que duró casi dos semanas. Tenía roto el cráneo, el pómulo y su tabique nasal. Aunque en un principio se valoró la posibilidad de que no pasara por el quirófano, sus lesiones eran tan serias que no pudo evitarse.
El 31 de diciembre Heredia despertó del coma, y aunque se esperaba que la temporada hubiera terminado para él, se puso en cuanto pudo a trabajar para poder volver cuanto antes.
Y así fue. El pasado 30 de marzo, el guardameta de Ciudad Real se volvía a enfundar los guantes, y ataviado con una casqueta protectora y una máscara, saltó al terreno de juego para disputar el encuentro ante el Almazán. Y jugó los 90 minutos sin encajar un solo gol.
Una historia fascinante de superación personal.
Se rompió el cráneo,al borde de la muerte,13 días en cómo y ha vuelto a jugar @ElDiaDespues @santicanizares pic.twitter.com/sjAr6whzhL
— Raúl Ruiz (@RaulRuizBenito) 11 de abril de 2016