El Valencia logró ante el Real Madrid lo que parecía un imposible. Los de Voro se impusieron a los blancos y dieron vidilla a una liga que parecía casi sentenciada el domingo, minutos antes del penalti anotado por Messi ante el Leganés.
El Barcelona, entonces, se abocaba a un empate que le dejaba a 3 puntos del Madrid con dos partidos menos, lo que le podía llegar a proyectar a 9 puntos de los blancos.
El triunfo, pírrico, mantuvo enganchados a los azulgranas a la lucha por el título, con pocas esperanzas, eso sí, de que los blancos fallaran en sus partidos aplazados.
Pues bien, el choque de Mestalla ha pegado un lavado de cara a la Liga. El Madrid, no lo olvidemos, sigue con 1 punto de ventaja y tiene un partido menos, pero ya sólo podrá irse hasta los 4 puntos si gana al Celta. Una ventaja considerable, pero escasa si pensamos en lo que aún queda de Liga.
No hay que olvidar que el Madrid tiene en casa a Barcelona y Atlético, pero aún tiene que visitar campos complicados como el de San Mamés o El Madrigal. La Liga ha cobrado una vida que parecía perdida y el campeonato se pone más caliente que nunca. ¿Se atreverá a creer el Barcelona?