Si alguien quiere entender lo que significa ser el delantero brasileño, le basta con ponerse el vídeo del partido del minuto 27 al 28. Odio y amor elevados a la máxima potencia.
Cuando todo el campo del Sevilla le pitaba por simular una agresión que no ocurrió, el delantero del Atlético convirtió toda esa rabia en motivación. Había ganado una bonita pugna en carrera con Mercado, pero el defensa francés apareció para robarle la bola. Le cargó contra el pecho, aunque Costa cayó llevándose las manos a la cara como si le hubiera dado un codazo.
Diego Costa bodychecks Lenglet from behind, goes down easily clutching his face, and then scores. pic.twitter.com/xTvlQ6ozMx
— freeflow football (@freeflowblog) 25 de febrero de 2018
Lo vio a la perfección Martínez Munuera, que resolvió la jugada con falta del 'colchonero' y amarilla para él. En estas, el Sevilla sacó la falta con rapidez, Sergio Rico le dio una papeleta a Banega en la frontal y el argentino, en lugar de quitarse el cuero de encima, se lió y perdió el esférico ante Costa. Solo ante el meta sevillista, definió sin temblarle el pulso.
En cuestión de un minuto fue Mister Hyde y doctor Jekyll, ángel y diablo, enemigo y salvador; Diego Costa en estado puro.
Diego Costa, o animal. pic.twitter.com/SMNtCGPHA6
— Maria Ribeiro (@MariaRibeiro92) 25 de febrero de 2018