Bienvenidos a esta bendita locura que muchos llaman fútbol. De no gozar apenas de oportunidades a que este Fuenlabrada-Girona se convirtiera en uno de los encuentros más locos de todo lo que va de competición en esta temporada 2021-22.
Durante 76 minutos, en el duelo de la decimotercera jornada de Segunda División no pasó absolutamente nada, más allá de las dos lesiones en el conjunto catalán de Borja García y Darío Sarmiento.
Pero cuando el crono se acercó al 77', comenzó la demencia. En cuestión de solo unos minutos, en el Fernando Torres se vieron tres cartulinas rojas, un penalti y tres goles.
Una bendita locura que comenzó con la expulsión de Jacques Dago por una dura entrada a Ibrahima Kebe. El colegiado Aitor Gorostegui Fernández-Ortega no se lo pensó dos veces y le sacó la roja directa al jugador del Fuenlabrada. Pero Kebe se recuperó sin problemas y aprovechó esta superioridad para estrenar el marcador en el minuto 81, tras una jugada a la contra para enmarcar y el pase preciso al área de Arnau Martínez.
Cuando el crono rondaba el 83', el Girona también se quedó con un hombre menos. Samu Sáiz cometió una muy fea entrada sobre Ibán Salvador y, para colmo, le propinó un cabezazo a su rival, lo que le costó la roja directa. Se igualó de nuevo el partido en cuanto número de hombres sobre el césped, pero los catalanes se complicaron el encuentro de forma absurda.
Jairo Izquierdo cometió una falta ridícula sobre Pol Valentín dentro de su área y Fernández-Ortega señaló la pena máxima, un penalti que también le costó la expulsión al jugador del Girona, por doble amarilla.
Desde los once metros, a Pedro León no le tembló el pulso para igualar de nuevo el partido, después de que el Fuenla pasara de verse con uno menos y por debajo en el marcador a igualar de nuevo la contienda con un hombre más.
Y si pensaban que el capítulo de locuras ya se había cerrado, estaban muy equivocados. Porque el Girona, tras dos expulsiones y con nueve hombres sobre el terreno de juego, anotó su segundo gol en el último suspiro de este impresionante duelo.
Tres expulsiones, un penalti y tres goles
Stuani, que había gozado de varias oportunidades durante los minutos finales del encuentro, recogió un balón muerto en el área rival y le pegó de primeras para superar a Altube, un gol que desató la locura en el cuadro catalán. Hasta Míchel se fue corriendo en busca de sus jugadores para celebrar este importantísimo gol que le da vida al equipo y le permite poder seguir al frente del banquillo.
Porque con esta más que luchada victoria, el Girona consigue dejar atrás la peligrosa zona roja del descenso y ascender hasta tres posiciones para colocarse decimosexto con 15 puntos, mientras que el Fuenlabrada de Oltra se mantiene en la decimocuarta plaza con 15.