No se había cumplido la primera media hora de juego, cuando Arslanmyrat Amanow puso en pie a todos los aficionados congregados en el National Olympic Stadium.
El zapatazo del delantero de Turkmenistán pilló por sorpresa a Shuichi Gonda, que nada pudo hacer ante semejante obús desde más de 35 metros.
Amanow, atacante del Portimonense, dejó su huella en la Copa Asia con un golazo que ya ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales.
9 de enero de 2019